sábado, 27 de septiembre de 2008

Epílogo I: Un Año despues

Ya pasó un año, y algo más. Pero no sólo ha pasado tiempo desde que hice las maletas y me dirigí a las húmedas tierras del Reino Unido. Han pasado muchas más cosas, que a los pacientes lectores de este blog van a sorprender… Sigan leyendo y descubrirán qué es lo que es.

Resumen para los olvidadizos: el soleado día del 27 de julio del año de nuestro señor de 2007, el alter ego de Daniel, alias DanQuijote, emprende un viaje hacia tierras desconocidas. Lo único que conocía de aquellos lares, situados al norte del Reino de España, es que sus habitantes hablaban una extraña lengua. Las leyendas también decían que la piel de estos seres era pálida cual leche de cabra y sus cabellos claros. También destacaban por su extraño gusto al elegir sus vestiduras y su apetito insaciable por viandas poco comunes.

Así que allí me dirigí, y aún pensando que mi aventura no se iba a alargar por mucho tiempo, mi mente y mi cuerpo era receptivo a todo lo que pudiera pasar, y no cerraba las puertas a las circunstancias que pudieran acontecerme, ya fuesen positivas o negativas.

Finalmente, tras ocho meses, el ocho de marzo de este año volví a besar el suelo patrio. Sentí que mi estancia en aquel país no tenía sentido por más tiempo y que el círculo se había cerrado. Al volver a mi tierra hispánica y ver de nuevo la luz del sol, dí a luz, cual gusano que metarfosea, cual cucaracha que cucarachea, pues la aventura marcó un final y un principio de un nuevo yo.

Y qué fue lo que pasó, pues, durante estos meses que cambiaron una personalidad como la de este caballero? Lean los capítulos, de principio a fin y descubrirán todo. Pero ahora sólo puedo hablar del después, del tiempo que vino luego, tras la aventura vivida, tras este despertar, del capullo floreado. Punto y aparte.

Las circunstancias favorecieron mi huida a Inglaterra, el destino quiso darme un empujoncito, y para allí que fui. Niños, no penséis que todo fue tan azaroso y que dejé todo atrás y me fui huyendo hacia delante. No fui tan kamikaze, aunque el aventurero romántico y arquetípico habrialo hecho así. Pero mi espíritu conservador y miedoso no dejo darme ese paso en el precipicio. Así que los niños y niñas impulsivos que no intenten imitarme en sus casas, a menos que estén bien seguros de lo que hacen.

Y pasados cinco meses de mi retorno, y desde el ángulo que me da el tiempo reposado, miro atrás, y comparo el antes, el durante y el después.

Y aunque es difícil muchas veces distinguir una diferencia, un cambio, una mutación, un revés, puedo decir y digo, que así fue conmigo, y que mi vida de antes no es la vida de ahora, ni la de después.

Qué bueno es de vez en cuando quitarse la piel, como hacen los lagartos, y dejar crecer una nueva piel, deshacerte de tu personalidad, de tus vínculos y de tus historias y empezar una nueva. No socavar más en tus vicios, virtudes y defectos, sino deshacerse de todo y empezar una nueva vida. Verte desde otro ángulo, como si tu vida anterior hubiese sido un sueño, salirse del contexto, matar al narrador de tu historia, tirar los apuntes y poner el contador a cero.

Después de estas metafísicas interpretaciones de la vida voy a contar de forma más mundana que pasó durante estos meses en mi vuelta a Hispania.

Llegué a Barcelona. No habían pancartas ni recibimientos. Mucha gente esperando a la salida de la terminal, pero ninguno me buscaba a mi. Se me presentaba el segundo capítulo de mi vida. Habría aprendido algo en Inglaterra, además de Inglés, o todo seguiría igual?

Que equipaje traía? Pues traía mi Certificate de Anís del Mono, que podía enseñar a los niños que me preguntaran si “Do you speak English?” También traía una querencia por el Sol, el chorizo y la sangre española. Traía, también el recuerdo de experiencias y mis friends. Allí dejé otra vida con un “Continuará”. Mi Justinita, a mi Juan Irene and Benja y Cata, a Johnny and Celeste, a Ben, the Iraki boys and many other friends.

Sí señor, siempre vamos dejando algo allí por donde pasamos, cual caracol baboso, pero aunque es doloroso por un lado es inevitable por el otro, si quieres ser humano. Experimentar de eso requiere, y como dijo el bueno de Siddharta, todo es cambio, y el cambio supone dolor. Aconsejo leer los principios del Zen para relajarse mejor que el prozac.

Después de estas largas English holidays tenía que ponerme las pilas. Llegué a mi piso de la perifería de Barcelona, un pisito chiquito pero suficiente para mi, cuco, si no fuera por mis bizarros vecinos que me putean un tanto. Allí eramos multitud, pues ambas dos habitaciones estaban alquiladas, una a Matias y otra a Nelly. Y cambié mi anterior concubino, el bestia humana de Matías por Nelly. El cambio se debió a una sencilla fórmula matemática, que dice que el desorden externo implica un orden interno inversamente proporcional y viceversa… Si de esta frase extraemos un silogismo y aplicamos la fórmula al Mateas, aplicando el valor "x"=celebro altamente calificado para las matemáticas, lo cual implica cierta disciplina mental, y despejamos la incognita, el valor resultante aplicable a Matias equivale al Caos absoluto que se creó segundos después del Big Bang. Y así era la habitación de Matias, era el inicio del universo. La vivencia y penitencia con Matias fue altamente gratificante y también válida como entrenamiento militar. Pero el temor a ser engullido por un agujero negro generado por el caos total que generaba, o de ser destruido por la explosión de una supernova, me hizo cambiar a Matias por mi amiga Nelly. Y bueno, que voy a decir de Nelly. Realmente no hay palabras que puedan describir mi vida con ella. Fue como un sueño hecho realidad. Hombres del mundo y los que lean este blog, no perdáis el tiempo e id a conquistar Nelly, pues es todo lo que un hombre puede desear, al menos desde mi punto de vista. Ella era sólo fue mi amiga, casi mi madre, la perfecta amiga y fue una experiencia tan, tan, tan bonita, que no la olvidaré jamás. Si me hubiesen pedido el perfil del inquilino perfecto no lo habría hecho mejor. Gracias al universo por ponerla allí.

Bueno, pues mi vida con Nelly fue sobre ruedas. Mientras tanto empecé a buscar por aquí y por allá un curro en el que currar. No sabía que quería hacer realmente en la vida. Lo que no quería era volver a viajar y a estar en hoteles y restaurantes. Mi vida en los últimos cinco años había sido así y no quería repetir. Así que pedí al Dios de todas las cosas que me ayudara. No sabía bien que hacer, y puesto que había probado de aquí y de allá, mi perfil aún no estaba bien definido, aunque mi mentón es prominente, como siempre me recuerda M. Sabía hacer un poco de todo y nada en particular. Sólo se que me iría bien un trabajo que pudiese al menos mantener mi inglés. Soy un hombre de ciencas létricas, es decir, me gustan las ciencias y las letras, y se suma en esta característica personalística, la curiosidad, la ambigüedad y por último, la indecisión. Pecado mortal que me ha marcado con cruz en mi espalda.

Justinita se iba a cambiar de trabajo y mudar de ciudad. Se iba a la tumultuosa Leeds a probar en un trabajo mejor pagado y con mejores feelings me dijo. Y mientras hacía ese cambio, ella tenía unos días de vacaciones. Decidimos pues que me iría con ella a Polonia a recorrer con ella esos parajes poloneses que Chopin inmortalizó en su música. De polacos célebres: El papa Juan Pablo II, Nicolás Copérnico, Lech Walesa, el mencionado Chopin y Darek. Describir mis andanzas por esas tierras, doce días y doce noches sería muy largo y necesitaría de un capítulo extra de DanQuijote, así que a quién le interese que lo comente y ya veremos que pasa. Resumiendo este viaje, puedo decir que fue una experiencia inolvidable a partes iguales.

Pues estando en la Polonia, en Skienewice, lugar de nacimiento de la sin par Justinea, me llamaron desde España de una empresa con nombre de superhéroe: PROMAX, diciéndome que querían volver a verme. He olvidado decir que anteriormente había hecho dos entrevistas, una previa con Promax y otra en una empresa de instalación de equipos de seguridad. Me llamaron de la primera, y claro, me olí que tal vez había sido nominado. No le dije nada a Justina, pues ella quería que viviese con ella en Leeds, pero era lo que menos me apetecía, y esa oportunidad podía ser muy buena. Mi Dios habíame escuchado. Era un trabajo con un muy buen horario, intensivo de la mañana, descripción redactor técnico, traduciendo y redactando manuales de los equipos de instrumentación de telecos que desarrollaban. Nunca lo había probado pero tuve la oportunidad, y la verdad, es MI trabajo. Combina lo mejor y lo que más me gusta, ciencia y letras, idioma inglés y algo de francés, una relativa tranquilidad, fuera de llamadas y presiones.

Así que empecé a trabajar en el dicho Promax, y no podía ser más feliz. Era el trabajo ideal. Para mucha gente puede ser un trabajo monótono y aburrido, pero para mi es perfecto, además que mis compañeros de departamento y especialmente mi jefe es una gente muy maja. Pero ahora que tenía un buen trabajo tenía que decir a la Justina que no iba a Leeds. Cosa que fue difícil e incluso traumática, pero que hice. Ella acepto, aún con reticencias evidentemente y enfados. Y nuestra aventura personal siguió adelante con algún que otra escapada que hicimos en ambos sentidos y con muchas horas de skype y una factura pendiente de pagar a timofónica por una cantidad bastante alta en llamada internationales.

Las vacaciones de agosto estuvieron dedicadas a pasarlas juntos, primero en su habitación de Leeds, el campamento base que me sirvió para visitar mis viejos amigos de York y saber de las continuaciones. De los amigos españoles que conocí durante aquellos días, casi todos volvieron a sus tierras. Alguien dijo por ahí una vez que Inglaterra era un país para pasar por él, pero no para quedarse a vivir. Y todos fuimos aves de paso. Menos Juan e Irene, chilenos de nacimientos e ingleses adaptados, que van mejorando y mejorando, a base de esfuerzos tremendos. Ideal pareja, fantásticos, luchadores incansables, que bueno verlos de nuevos, con Ben y Cata más grandes, y más tranquilos por cierto. Hicimos un encuentro, y vino el bueno de Maurizio, il cavalieri di York, también llegó Ana, la chilena que trajo el sol de sus tierras para fundir el frío ingles, todos igual, claro, cinco meses después que va a ser… Lo celebramos con Pisco que traje de España, bien preparado por expertos pisco soures, y unos deliciosos picas picas y ensalada que preparó Maurizio. Y allí pasamos la tarde noche y al día siguiente volvimos al campamento base.

Y otro día, entre otras cosas que hice que no voy a detallar porque se haría excesivamente largo, fui a casa de Johnny y Celeste. La última vez que vi a Celeste estaba embarazada, y por cálculos pensaba que debía de haber dado a luz un bebito. Y exactamente así fue, una bebita, la pequeña Keren, nombre bíblico, hermosa hija de Job, pues Johnny, altamente Cristiano - New Born, así le pusieron. Bien parecida es a ambos. Tiene la redonda cara de su padre y la nariz de su madre. No hacia la ñina más que comer y dormir. Celeste me puso al día de todo. Habían huido de York, pues Johnny había tenido problemas en el trabajo, aunque Celeste decía que era el impulso compulsivo que él tenía de huida siempre hacia delante, y con la loca vida que llevaban les habían amenazado de quitarle a la niña. Y huyeron a Harrogate. Harrogate es una de las ciudades de Inglaterra con mejor nivel de vida, podría clasificarse como posh o pijo, no hay más que pasearse por las calles, y ver lo cuidada y lo limpia que está. Yo me preguntaba que extraño giro del destino podía haberlos conducido allí. Una casa bonita, en medio de un lugar idílico. Allí estábamos. Dos plantas, pequeña pero suficiente para ambos tres. Y salió a relucir la verdad. La familia de Johnny, que es adinerada, les estaba manteniendo, al menos les habían dicho durante el primer año. Y gracias a la niña, que era una buena endulcificadora de la situación, les habían propuesto mantenerlos durante un año el alquiler de la casa y que después se espabilasen. Pero conociéndolos, no creo que pase. Johnny trabaja limpiando un centro comercial y Celeste está descansando y cuidando la niña. La verdad es que están hechos el uno para el otro. Son muy buena gente. Pero Johnny tiene el espíritu de un filántropo pobre. Es generoso hasta el punto de que la gente desconfía o lo toma por loco. Da todo el dinero que tiene y está ayudando constantemente a la gente, lo que hace que algunos abusen de él, o que lo tomen por loco. Allí estuve con ellos hasta el día siguiente. Eso fue todo. Me despedí de ellos con pena y pensando que qué más les podría pasar, viviendo en la incertidumbre constante…

Y eso es todo. Unos días más tarde de volver de Inglaterra, Justyna vino a Barcelona y nos fuimos a Menorca. Un hotel cerca de Ciutadella, con toda clase de lujos y todo incluido, comida, bebida y espectáculos. Y la comida era la ostia de buena, buen pescado, buena carne, bueno todo y hasta reventar. De allí me he traido cinco kilos que aún no me he podido quitar de encima.

Y finalmente, Justyna se vino a vivir a Barcelona. Trajo todo su material y la acomodé en la habitación pequeña. Tuvimos nuestros más y nuestros menos pero lo hemos ido superando. Ella es una chica inteligente que ha captado enseguida el castellano, que habla muy bien, aunque mezclando a veces con el italiano. Lo pasamos bien. Además que cae muy bien a mis amigos, es risueña y simpática, ese es su lado amable, su lado más travieso solo me lo enseña a mi. Fuimos a comer con mis padres, fuimos al Antikaraoke, al Tibidabo, de tapas, conocio a mis amigos de Teatro, de la Secta, del trabajo… Y ahora, se ha vuelto a Polonia a ver a su mama. El problema es que aquí no ha encontrado trabajo. Es algo pesimista, impaciente y derrotista, característica bastante común en los polacos. Total que ahora está en Polonia sin saber muy bien cual será su futuro.

Y yo sigo aquí, esperando…

miércoles, 19 de marzo de 2008

Cap. XV: y Último

Después del viaje con mi hermano por el sur de Inglaterra y Gales, todo fue muy rápido. Dos días más tarde de volver a York me examiné. Era el momento cumbre de mi estancia en York. Me presenté al examen IELTS, International English Language Testing System, un sistema de certificación del conocimiento del idioma inglés usado por organismos y universidades británicas para aceptar estudiantes o trabajadores. El sábado 23 de febrero fue el día de mi examen. Éramos unas cincuenta personas de varias nacionalidades, predominando el gen oriental entre todas. También había algún que otro musulmán y algunos hispanohablantes entre los que yo me encontraba. A las nueve de la mañana empezó el proceso de check in o registro. Una señora nos pedía el pasaporte, miraba que toda la documentación estuviese en regla y por último, dirigiendo la mirada hacia la persona, comparaba la foto del pasaporte con la cara, para evitar suplantaciones de personalidad. Siendo occidental debe ser bastante difícil diferenciar dos chinos parecidos, o una musulmana con la burka puesta de la que solo se pueden ver los ojos, como se dio el caso. Tal vez le levantó el burka para ver su cara real, o tal vez la foto del pasaporte es con el burka también, es lo de menos, lo que sí recuerdo es una sensación siniestra, sofocante, claustrofóbica cuando como un fantasma de negro la vi entrar en la sala. Sigamos con el examen. Los británicos son muy serios a la hora de cumplir protocolos y reglas, y en este tipo de exámenes oficiales más aún. Se siguen unas normas muy estrictas que pueden parecer absurdas para algunos pero dadas las últimas tecnologías tienen razón de ser. No se puede entrar con móviles o cualquier aparato más moderno que un lápiz, un boli o una goma de borrar. No tipp-ex, no calculadoras, no cronómetros. No se puede dejar ninguna prenda de vestir colgada de la silla, si se entra con chaqueta se debe de dejar puesta. Si tienes ganas de hacer pipi o popo, se ha de pedir permiso a un examinador, el cual coge tu pasaporte, te acompaña hasta la puerta del lavabo y luego de la meadilla te devuelve sano y salvo a la sala de exámenes. Tres de las cuatro pruebas fueron seguidas, sin descansos intermedios. Primero el listening, con solo una oportunidad para escuchar, luego el reading, con un texto más complicado de lo que me imaginaba y por último el writing. Tras la segunda prueba tuve que pasar por boxes y perder unos cuantos segundos en el lavabo, pero valió la pena y recuperé. La última prueba fue el speaking que se hacía individualmente. Afortunadamente todo estaba muy bien organizado, y a cada uno nos daban la hora aproximada a la que nos teníamos que presentar. Yo fui de los últimos, así que aproveché ese rato para quedar con Justyna y practicar mi inglés oral. Finalmente me tocó el turno. No estaba demasiado nervioso, más bien tenía ganas de acabar. Una señora mayor se presentó, me hizo presentarme, puso en marcha una grabadora y empezó el espectáculo. Ella era amable y afable, así que no se dio el caso del bloqueo por examinador cabrón. Comenzó preguntándome acerca de mi persona, trabajo, origen, etc… , y después de esto llegó el momento típico del tópico, un tema genérico del que se tiene que hablar durante dos minutos sin parar. Y el afortunado tema que me tocó fue gente que ayuda a otra gente. Yo no tenía ni puñetera idea. Total que mi respuesta tras un minuto de pensarlo fue Teresa de Calcuta. Ahora me rio de mi elección, creo que interprete mal la pregunta, que tenía que haber sido más genérico pero en aquel momento no se me ocurrió nada mejor, y lo mejor es que yo no se demasiado acerca de la vida y milagros de Santa Teresa, así que me inventé bastantes cosas, confiando en que la examinadora tuviese tan poca idea como yo. Tras el desastroso tópico, ella orientó un poco mejor el tema y fui remontando. Y así acabo mi examen. Era la justificación a mi estancia a York, aunque tampoco sentía excesiva presión. Pero digamos que tenía que sacar buena nota para sentirme bien y para justificar que durante estos siete meses he hecho algo de provecho, cosa que no está bien vista si no se hace. Total, que todo fue según lo previsto.

Después de acabar el examen me sentí liberado. Ya no tenía que estudiar más inglés, ya podía otra vez hablar mal y hacer lo que quisiera. Entonces empecé a cerrar círculos. Aún quedaban dos semanas por delante y fueron de las mejores y por otro lado de las más tristes por el adiós. La semana despues del examen la pase entre Londres y Maidstone. Estuve en Maidstone porque Justyna estaba alli debido a su trabajo. Planeamos que la visitaría en el hotel en el que estaría alojada y me colaría con ella para que la empresa pagase los gastos y nosotros gorroneásemos, y ya de paso que yo iba en dirección Londres, pasaría unos días visitando la gran urbe. Y dicho y hecho. Unos días más tarde me presenté en su hotel. Era un cuatro estrellas con toda clase de lujos y gratis: servicio de habitaciones, buena comida, sauna, piscina, baño turco, etc… Ella se volvió a York antes de lo previsto, así que yo me quedé el resto de la noche en el hotel y a la mañana siguiente me dirigí a Londres, ciudad que había visitado anteriormente pero que siempre tiene algo que ver. Visité lugares en los que no había estado antes, Chinatown, Soho, Trafalgar Square, el National British and Portrait Museums, dos días de intenso recorrido, de día y de noche. Me alojé en un hotel Generator, que va de moderno y de muy colegas, pero que luego es una mierda, aunque el precio era económico para ser Londres, 25 libras por noche en una habitación para cuatro. Y al día siguiente tuve la suerte, en el camino a la estación Victoria, de pasar por Buckingham Palace justo a la hora del cambio de guardia, del famoso y archiconocido cambio de guardia. Creo que tiene más publicidad que otra cosa. No es un espectáculo para masas. La gente se agolpa en las rejas y apenas se ve nada. Habían unos soldados que tocaban instrumentos, y entre los temas que sonaron, la banda sonora de James Bond, y otros temas populares. Luego unos y otros se pegaban gritos y por último los soldados salían del palacio y se perdían en el horizontes, a paso marcial. Eso fue el show. Tuve suerte, porque en temporada baja lo hacen pocas veces. Y seguí mi paseo hacia la estación de Victoria en espera del autobús que me llevaría a Leeds. Era lo más barato, el bus del megabus, un compañía low cost que funciona a través de Internet, porque el tren a Londres es muy caro. Mientras que el autocar me costó ida y vuelta 16 libras, el tren puede llegar a costar unas doscientas. Es muy curioso el funcionamiento de la compras de billetes de tren. El precio del billete viene en relación a factores como la antelación de la compra, la hora, el día y otros. Es parecido a lo que pasa con los billetes de avión. Además hay más variantes: que si lo compras y vuelves el mismo día, o durante el siguiente mes, o si lo dejas abierto, etc... Y así pasó otra semana y llegué a la recta final. A la fecha que tan lejos estaba hace tan poco, y que finalmente llegó. No me gustan las grandes despedidas melodramáticas, así que las despedidas fueron de poco a poco, de unos y otros. Un día fui a cenar a casa de Ben y su familia, otro día quedé con Pili para tomar un café y devolverle la guía, una tarde después de clase con mis compañeros de clase, con la que pasamos una noche bebiendo y riendo, otro día con Juan, Irene, Ana, Aline, que me invitaron a PiscoSower y de los que me despedí con casi lágrimas debido al estado embriagado en el que nos encontrábamos. Me despedí de mi housemate Jack, que el último día se sinceró y me enseño su nueva casa en Shangai a través de un vídeo que su mujer había filmado. Un adiós accidentado a Johnny y Celeste, que estaban preparando las maletas para huir a otro lugar, embarazados y huyendo de la mafia polaca. Y por último con Justyna, con la que pasé los últimos momentos de York en el pub de la estación de trenes el sabado por la noche. Pero aquí no acaba la aventura. Tuve un problema con el vuelo. Salía demasiado temprano y además en domingo. Al revisar los trenes desde York hacia Newcastle me di cuenta que no había trenes a esas tempranas horas. Mire otros medios de transporte y nada. Total que tenía que tenía que pasar la noche en Newcastle para llegar a tiempo al vuelo del domingo. Y decidí pasar la noche en el aeropuerto, una bonita experiencia que recomiendo a todo el mundo. Un aeropuerto es increíble. Está abierto a todas horas, todos los días del año. No cierra nunca. Y en Newcastle, aún siendo un aeropuerto secundario era igual. Disponía de una acogedora sala de espera que a esas horas estaba vacía, solo estaban dos o tres almas errantes como la mía. Saqué mi mochila, cargada con mas comida de la que podia comer, porque quise acabar con todo lo que tenia en la nevera. Y me dispuse a cenar. Eran las doce, me había hecho de forma ilícita con un libro de la biblioteca de York para pasar el rato. Y era lo que estaba hojeando. Me tumbé sobre tres o cuatro sillas y me puse la chaqueta por cojín. Y poco a poco fui cayendo en el sueño. Hasta que a las tres de la mañana me despertó el señor de la limpieza cuando estaba pasando el aspirador. Entre sueño y sueño llegaron las nueve de la mañana, hora de facturar y seguir adelante. Y el domingo 9 de marzo, a las 14 horas pisé de nuevo Barcelona.

Quiero agradecer a todas las personas que he conocido en York, por todo lo que me han aportado, desde algo de conversación, una taza de té o una pinta de cerveza, amistad, cariño, amor y sabiduría o diferentes visiones de la vida. Gracias a: Paul, Celeste, Johnny, Juan, Irene, Ana, Benjamin, Catalina, Ben, Aline, Pili, Pilar, Antonio, Gabriel, Leo, Tomasz, Eva, Martina, Ali, Hani, Hassan, Helen, Pam, Tracy, Lizzy, Donald, Marta, Luis, Jessica, Angela, Allen, Sarah, Jack, Diane, Diego, Caroline, Pete, David Dixon, Steve, Lynne, Jon, Jamie, Baszil, Miguel, Jinny, Maurizio, Kriszta, Lucas, Alan, Edgar, Ellie, Kaszia, Lorena, Karina, Miguel, Oli, Angel, Gabrielle, David, Hazel, Suzanna, Veronika, Chip, Steve Rice, Magda, all teachers and staff of York English School, all people of Spanish Meetup, York Social Forum, Quakers, Pagan Meetup, Oxfam, York University Church, York Library, Chinese Christian Church and the whole United Kingdom to help me in my way to learn English. Thank you so much.
En el primer capítulo narraba la tristeza que sentí cuando pensaba en los amigos y amigas que dejaba en España, en este capítulo he sentido lo mismo, pero hacia los amigos y amigas que he dejado en Inglaterra…

Pero todo lo que empieza tiene que acabar,

Y llegó el fin a este capítulo de mi vida,

Hasta nunca,

Se despide Daniel DanQuijote

miércoles, 27 de febrero de 2008

Cap. XIV: Brothers Trip

Quería recorrer la isla y tacharla del mapa. Quería quemar las carreteras del país para no volver nunca más. Mi hermano pequeña vino de España para acompañarme en este viaje extremo hacia los rincones del país. Fuimos en ruta hacia el sur, buscando ciudades históricas y paisajes dramáticos. La guía recomendaba unas dos semanas para hacerla, pero nosotros solo teníamos cinco días...

Lo más aconsejable para viajar por la isla si no se dispone de mucho tiempo es el coche, que a partir de dos personas es más barato que el transporte publico. La estructura viaria se basa en una especie de entramado arácnido cuyo centro está en Londres y del que parten autopistas principalmente hacia el Norte, pasando por las ciudades más importantes hasta unirse con Edimburgo. El resto son carreteras de dos carriles, carreteras de un carril, carreteras de cabras y rotondas a aburrir, eso sí, bastante mejor señalizadas que las de España. Evidentemente el coche era inglés y el volante estaba al revés. Afortunadamente el vehiculo era pequeño, de la gama más barata que sirven en la agencia de alquiler. Un peugeot 107, un coche con lo justo, cuatro ruedas y un volante, y un maletero en el que cabía justo el carrito de la compra. No tenía aire acondicionado ni otras pijadas, pero si una radio con scanner. El coche iba a gasolina, mucho más ecómico aquí ya que es más barata que el gasoil. Para que conste en acta, el gasoil está a 1,10 libras y la sin plomo a 1,03. De peajes nada, solamente pasamos por caja cuando cruzamos el puente que une Cardiff, capital de Wales, y Bristol.

Día 13 de febrero de 2008, 8.00 de la mañana. Me dirijo hacia la agencia de alquiler. Mi misión es llegar al aeropuerto de Newcastle donde estará mi hermano esperando. No es sencillo. Hace tiempo que no conduzco, el coche tiene el volante al reves, todo está al reves allí fuera y no se como salir de la ciudad. Tendrán paciencia los ingleses conmigo? Más les vale. Afortunadamente no les está permitido tocar el pito arbitrariamente, por lo que tendrán que aguantarse si me equivoco. Muestro los papeles a la señorita, mi carné, mi pasaporte y lo más importante, mi tarjeta de crédito. Todo en regla. Llega el momento de los gastos adicionales. Opciones de seguro: Opción A, depósito de 500 libras con el seguro básico, y en caso de piño, bye bye. Opción B, depósito de 200 libras pagando una ampliación extra de seguro. Y opción C, paga una pasta de seguro y no hay que ingresar depósito. Si no hay piño te devolvemos el depósito, si hay piño, lo más seguro que te quedes sin depósito. Extra por depósito de gasolina, 70 libras por si lo devuelves vacío. Es curioso este sistema, porque cuanto más se paga de seguro, menos se mete de depósito, y parece que es más barato, aunque no lo es si no tienes ningún accidente. Total que al final, pensando en posibles inconvenientes me decliné por la opción B y el tema ascendió 50 libras reales más sobre el precio. Revisamos con la señorita el estado del coche y me dio las llaves. Ya era el feliz poseedor de un mini coche, un peugeot 107. Para mi no fue un inconveniente que fuese pequeño, más bien al contrario una ventaja. Lo primero que se siente al conducir por el otro lado, es que tu mano derecha es más rápida que tu cerebro y tiende a golpear la puerta buscando el cambio de marchas. Otra tendencia es la de entrar en el coche por el lado que no es. Y por último, lo más escabroso era la sensación de sentir los coches que se te echan encima en las carreteras de dos carriles y sentidos opuestos. No dimensionaba correctamente el tamaño del coche y creo que debido a eso tuve algún que otro llantazo y acercamiento peligroso hacia los bordillos. La referencia para los ingleses está en la línea de separación de los carriles, mientras que en España está en la línea de la derecha. Por tanto, la distancia entre los conductores en España es mucho mayor, por lo que al conducir por el lado de dentro, y ver venir los coches en sentido contrario tan de cerca es acojonante, no se si me explico. Y ese miedo me hacia tirar hacia los lados, porque me daba la sensación que me los iba a comer. Es raro pero era lo que sentia. Total que después de dar unas vueltas por el aparcamiento de un súper y con la confianza suficiente me dirigí a la aventura. No hubo problemas. Solo un camionero que me dejo atrapado mientras yo estaba parado en una gasolinera para echar una meadilla y tuve que sacar el coche marcha atrás.

El aparcamiento del aeropuerto tenía un curioso sistema para la gente que tiene que recoger o dejar gente. Te dan un tiquet que los primeros diez minutos es gratis pero a partir de los diez la tarifa aumenta exponencialmente. Como llegué bastante antes de tiempo, tuve que estar saliendo y entrando del aparcamiento unas cuantas veces hasta que al final llegó mi hermano. Otro problema se planteó al llegar a York. Como íbamos a pasar dos días en la ciudad tenía que aparcar en algún sitio, y en la zona que vivo, muy cerca del centro, hay un sistema de clasificación de zonas que solo permite aparcar a los residentes con una tarjeta especial, o a visitantes con diferentes modalidades, desde máximo una hora pagando o diez minutos sin pagar. Hay unos gorrillas paseándose arriba y abajo vigilando que se cumpla la ley. Así que nos la tuvimos que apañar para ir moviendo el coche de centro comercial a centro comercial y lado a lado para dejarlo por ahí. Muchas ciudades turísticas de Inglaterra tienen un sistema llamado park and ride. Es decir, un aparcamiento a las afueras de la ciudad gratuito y a partir de ahí te llevan hasta el centro en autobús. Pero nunca hicimos uso de esto y preferimos piratear y aparcar aquí y allí intentando dejar lo mínimo en tickets en cada ciudad. Llegamos a York ya de noche, es decir las cinco de la tarde. Le di a mi hermano un plano de la ciudad para que se entretuviese dando vueltas y yo me fuí a casa de unos amigos a dormir. Al día siguiente hicimos un tour por la ciudad gratuito, guiados por un señor jubilado que fue muy simpático y agradable y nos enseñó la ciudad contando historias, aunque hablaba flojito y costaba un poco de pillar. Por la noche fuimos con mis amigos chinos al musical My Fair Lady. El musical está basado en la película y va de una mujer que es florera y tiene que aprender a hablar correctamente con el acento pijo. Hay unos cuantos chistes que no pillaba, pero intentaba reírme al compás del resto para no destacar. Y al día siguiente empezó nuestro trayecto.

Había planeado más o menos por donde íbamos a ir, aunque no reserve ningún hotel ni hostal, porque tampoco era tan matemático y no sabía donde íbamos a parar ni lo que nos íbamos a encontrar en el camino. Más o menos planeábamos de un día para otro, con la idea básica de ir para abajo y no pasar por Londres. El día uno del viaje fuimos de York a Lincoln y Stamford e hicimos noche en Cambridge. Como ibamos apretados de tiempo, parábamos en algún Tesco para hacernos con alimentos básicos como bimbos, galletas, snacks, aceitunas, latas de sardinas y atún, noodles, etc… y íbamos comiendo en el coche o parábamos en cualquier esquina y hacer un picnic, lo que era visto un tanto raro para algunos ingleses. El coche al final del viaje parecía un basurero lleno de envases de cualquier cosa. Total que visitamos la catedral de Lincoln, luego la de Stamford. Por cierto que en Stamford me dio un apretón y tenía que desalojar la vejiga, pero el puñetero toilette era de pago y había que meter una monedita de 20 peniques de la que no disponía en ese momento y como me estaba haciéndomelo encima, la señora encargada me pasó gratis, así que fue simpático porque nunca me habían invitado a una meada. Y por último llegamos a Cambridge ya las siete. Y hacia un frío que pelaba. Llegamos a la calle del hostal, pero desgraciadamente estaba repleto, por lo que fuimos a un bed and breakfast, en la que una señora muy amable, nos trató como si fuésemos sus hijos e incluso nos invitó a aparcar su coche en el patio trasero de su casa. Había que aprovechar el tiempo al máximo, así que aun haciendo un frió de narices y siendo de noche, cogimos un plano y una linterna que mi hermano trajo milagrosamente, y fuimos a la aventura. Era viernes noche y había animación por las calles. Lo que sería la calle central con más marcha estaba lleno de gente, y a todos lados bicicletas. Era una ciudad amiga de las bicicletas a tope. Ese día me di cuenta de tres olvidos importantes en mi bolsa de viaje. Primero me olvide de las gafas, por lo que tuve que llevar lentillas todo el viaje, segundo me olvidé del peine, por lo que en todas las fotos parezco un loco y tercero me olvidé del cinturón, por lo que se me bajaban los pantalones. Estas tres tonterías me fastidiaron bastante. Y el primer día abuse de las lentillas y se me hincharon los ojos, cosa que me hizo parecer un yonki, así que el día siguiente tuve que hacer la ruta turística con dos dioptrías de menos. A partir de Cambridge fundamos la idea de tours nocturnos, íbamos a los sitios cuando no había ni dios, todo tranquilo y a veces muerto, nos hacíamos los fotos con el trípode y la exposición bien abierta y la mar de bien. Un poco de frío y unas cuantas perdidas, pero nada más. El primer día tuvimos que dar un poco de pena, por que nos perdimos, estábamos en medio de un parque sabe dios dónde en medio de Cambridge, con una mapa enorme desplegado y una linterna buscándonos en medio del plano. Y un señor se paró para preguntarnos si todo iba bien, y amablemente nos ayudó a encontrarnos.

Al día siguiente nos levantamos bien temprano y concluimos la visita visitando el campo de cambridge y la parte trasera donde están todos los jardines. La universidad no es un edificio, son un montón de colegios distribuidos por toda la ciudad, siete de los más importantes están situados en una zona típica que se ven en las fotos con los jardines y demás. Al día siguiente nos dirigimos a Oxford, donde visitamos la otra universidad importante del pais y el colegio donde se han filmado las películas de Harry Potter. De allí para Salsbury, donde hay una impresionante catedral. Llegamos ya de noche como es normal, y está vez dormimos en un hostal muy cerca del centro. La catedral de noche estaba iluminada y era espectacular. Cuando llegamos dentro se estaba celebrando misa y no pudimos asistir, pero estaban tocando el órgano y era genial escuchar esa música en la catedral, tenía una ambientación tipo jorobado de notre dame. Al lado justo estaba el claustro abierto que visitamos igualmente. Por la noche más de noche, después de cenar, nos arriesgamos a visitar Stonehenge. Pensabamos que estaría iluminado y se podría ver. Pero nada de eso. Cuando llegamos paramos y unos señores armados con linternas que aparecieron de la oscuridad nos hicieron desistir de nuestras intenciones. El monumento estaba bien vigilado. Así que por la mañana bien tempranito fuimos de nuevo a Stonehenge. No está permitido andar por en medio del monumento ni hacer misas celtas. Está vallado y hay que pagar entrada para verlo de cerca, paseando por un camino que pasa al lado. Nos hicimos las fotos de cortesía y seguimos el camino con intención de llegar a Devon y Cornwall, es decir, el extremo oeste de la isla británica, que tiene fama de espectacular. Pero estando a medio camino, me di cuenta que mis planes estaban equivocados, que estaba más lejos de lo que creíamos y que era una paliza. Así que visitamos Exeter que es la capital de la zona, y de ahí pasamos a ver algo de mar por Torquay y Brixham, la riviera inglesa, y degustamos un fish and chips en un grasiento take away. Dimos la vuelta y ya de paso visitamos Okehampton que nos pillaba de camino y acabamos en Bath, donde dormimos en un hostel YMCA, Young Model Christian Association, que por no gastar no gastaban ni en calefacción y hacía un frío en las habitaciones de pelarse. Bath significa Baño, y es que está ciudad fue muy visitada por los romanos por la abundancia de fuentes termales. Visita nocturna a Bath y a la mañana siguiente seguimos la ruta para darnos una vueltecilla por Gales.

Pasamos por un peazo de puente que unía Cardiff con Bath, y visitamos el ahora decadente puerto de Cardiff, tranquilo y desértico, como correspondía a un lunes por la mañana. Entramos en un edificio que según la guía era una iglesia noruega, y al entrar un tipo nos pidió que nos quitásemos la bolsa y la pasásemos por el detector de metales. Nos pareció raro para una iglesia. Luego caí en la cuenta que no era una iglesia, que era el parlamento de Gales y eso nos cuadró más. Paramos en un tesco para hacernos con cacahuetes salados, Frankfurt y demas provisiones y seguimos adelante para visitar la península de Gower, una puntita que parece una cagada de pájaro en el plano pero que es más largo de lo que parece. Después de perdernos unas cuantas veces dimos con el pueblo que buscabamos, que estaba en la puntita de la península, se llamaba Rhossili, y fue una de las imágenes más bonitas que recuerdo. Acantilados enormes y una zona de tierra en medio del mar que llaman Worm’s head a la que se puede pasar cuando la marea baja, pero era demasiado tarde y no nos dejaron. Luego pasamos a la playa del mismo pueblo y igualmente la marea estaba subiendo. La subida era poco a poco y parecía más un lago que mar. Respiramos un poco de aire fresco y ya seguimos hacia el norte pues en dos días tenía que devolver a mi hermano de nuevo al aeropuerto.

El siguiente tramo fue el que se hizo más largo. Quería visitar el parque de Snowdonia, que es un parque natural de Gales y de paso escalar el monte Snowdon, de mil metros de altura. Teníamos dos opciones para llegar hasta allí, hacer más kilómetros por autopista o hacer menos kilómetros por carreteras primarias y secundarias. Calibrando la situación y puesto que se estaba haciendo de noche y que no teníamos mucha idea de cómo llegar nos decidimos por el lado conservador y tiramos por la autopista y la opción kilometraje largo. Esa noche la pasamos en el mejor hostal de los que estuvimos sin duda. Fue una parada casual, porque a la altura de Conwy estabamos cansados y decidimos parar, aunque nuestra intención era intentar llegar hasta el parque. El pueblo era bonito, aunque solo lo visitamos de noche. Nos recordó al pueblo de nuestros padres, "la torre", un castillo que tenía pinta de español, unas calles pintadas con cal. Era todo muy acogedor. Pero fue una idea genial llegar allí. Eran ya las diez de la noche, y casi nos cierran y nos quedamos en la calle. El hostal estaba medio vacío así que nos toco en una habitación de cuatro pero solo estábamos nosotros. Luego fuimos a la cocina a cocinarnos los espaguetis supervivientes que teníamos. La cocina era genial, enorme, tenía de todo. Y lo mejor era un apartado de la cocina, donde apiladas en cajas y bolsas había un montón de comida y etiquetado todo con la palabra "purse". Empezamos a mirar aquello, y mirar nuestros tristes espaguetis. Primero tomé algo del aceite de oliva con denominación de origen que había allí, después nos lanzamos con las lonchas de chorizo ibérico, y por último atacamos los yogures y plátanos. No había nadie para preguntar, por lo que dedujimos que toda esa comida era una especie de "bolsa" donde se dejaba la comida sin dueño y de la que se podía coger libremente lo que quisiéramos. Esa fue nuestra libre interpretación. Así que llenamos unas cuantas bolsas con material para ese día y consecutivos y nos marchamos de allí a la mañana siguiente sin más. Y de allí fuimos ya con nuestro último día y como cumbre a hacer la cumbre de Inglaterra y Gales, el monte Snowdon, un monte que escala una vez al año el principe de Gales, alias orejas. Según la guía escogimos el trayecto para subir más corto en tiempo, ya que no nos sobraban las horas, estábamos a doscientas millas de York y queríamos escalar el monte. Pero el más corto no significa el más fácil. El maldito camino era un rompepiernas. Además yo iba cargado con la mochila con toda clase de snacks para hacer un picnic en la cumbre. Además estaba soleado, mis "botas" de escalada eran unas zapatillas del zara desgastadas y en medio del camino había una zona llena de pedruscos y leches. Total, la excursión nos llevo cuatro horas y cuarto de andar, más los descansos por agotamiento cada 10 minutos. Cuando llegamos a la cumbre nos dimos cuenta que había otro camino por la otra cara de la montaña, suavecito y con escalones, maldición! Pero valió la pena subir, las vistas eran estupendas, aunque había momentos que esa cumbre parecia el metro en hora punta. Después de hacer el picnic y recuperar fuerzas, descendimos. Llegamos al coche y camino para casa porque al día siguiente nos teníamos que levantar tempranito.

En el camino de vuelta encontramos una curiosa forma de fomentar el uso compartido del coche. Había dos carriles, uno era para los coches con solo una persona, el otro era para coches con dos o más. El de una persona estaba atascado y el de dos iba vacío. Como éramos dos avanzamos que daba miedo, mientras que no había ni una persona de las del otro carril, que estaban metidos en un tremendo atasco que hiciera trampas. Increíble! En principio el camino de vuelta era fácil, se haría de noche pero no importaba, porque era todo autopista. Si no fuera por la maldita niebla que apareció de repente como un fantasma. Estuve acojonado bastante tiempo porque a veces no veia tres en un burro, pero bueno, despacito despacito y con una tremenda cola detrás llegamos a casa. Y esa noche dormimos juntitos, yo en la cama y mi hermano en un saco de dormir en el suelo. Tres fueron los recuerdos que mi hermano se llevó de Inglaterra, un freezring especial para la playa, un roca con forma de anillo que encontramos en la montaña y que podría ser un resto prehistórico de algo, y un tercero que no recuerdo. Y a la mañana siguiente devolución y vuelta a York sin incidentes, con un total en el marcador de 1800 millas, que multiplicado por 1,6 da un total de 2880 kilometros en cinco dias. Y me preparé para el examen, que es materia de otro capitulo.

domingo, 20 de enero de 2008

Cap. XIII: New Resolutions 2008

En este capítulo...

Sorprendentes diferencias entre Navidades y Christmas,
alucinantes efectos meteorológicos,
mi incorporación a una célula china,
el increible hombre orquesta,
y otros bizarros acontecimientos




La celebración principal en Navidades se celebra en España durante la Nochebuena, es decir, la vispera de Navidad, noche en que se reune la familia, hay banquete y canto de villancicos, mientras que en Cataluña es más normal celebrarlo el día 25. En Inglaterra es igual que en Cataluña, y el 24 es conocido como Christmas Eve’s, que se podría traducir como víspera de Navidad, pero no es especialmente importante. Nosotros lo celebramos a la hispanoamericana, es decir durante el 24 noche, puesto que los que nos juntabamos eramos hispanos. Después de esta breve introducción, voy a contar en pocas palabras en qué consistió el evento. Cena con cantidad de deliciosa comida preparada por Irene y Juan, lanzamiento de crackers y bangers, y tras esto, decidimos vivir la Navidad de la forma tradicional y nos dirigimos al Minster, la catedral de York, para asistir a la misa especial de medianoche que se celebra a las 23:30. Al llegar la Iglesia estaba abarrotá, hecho méritorio, teniendo en cuenta que tiene capacidad para unas 3000 personas y era casi medianoche, es decir, muy tarde para la mentalidad inglesa. No había sitio en los bancos destinados a oración, por lo que fuimos a la parte trasera de la iglesia y nos sentamos sobre los radiadores, que estaban habilitados para usarse como asientos extras, para lo cual habian colocado sobre estos unos mullidos cojines. Fue perfecto porque además de estar sentados nos mantuvieron calentitos y nos secaron de la lluvia que recogimos por el camino. Al entrar a la catedral un elegante señor vestido para la ocasión nos dio un manual con las instrucciones a seguir durante la misa. Fue otro pequeño detalle que sorprendió a mi mentalidad ibérica, puesto que el libreto explicaba exactamente que hacer en cada momento, todas las letras de las canciones, cuando levantarse, cuando cantar, cuando arrodillarse y cuando escuchar. Tras este acto de purificación, llegó el día 25 Navidad, que es el que pasa la familia inglesa reunida y los niños reciben los juguetes del Santa Claus de kkcola. Tiene más sentido que Santa trabaje aqui, pues todas las casas tienen chimeneas por las que colarse, mientras que en España tiene que trepar por los balcones cual caco, técnica mucho menos elegante. En cuanto a los reyes magos no hay rastro de ellos. La única Reina es la Queen Elizabeth que aparece por la TV para felicitarnos a todos las Navidades.
Servicio religioso, con angelicales cantos:


Mi regalo de Navidad fue un gorro nepalí de alta costura, está hecho a mano y solo existe uno en el mundo, que es el mio. Es de multiples colores y me viene muy bien para mantener mis orejas calientes, que es lo primero que se enfria debido al diseño poco aerodinámico de éstas. En estos días de invierno, no hace especialmente frio, pero si son especialmente deprimentes. Casi todos los días está nublado, muchos de ellos llueve, y cuando por alguna milagrosa razón sale el Sol, es tan débil que practicamente no se nota. La explicación astrofísica a este fenómeno es que debido a que estamos en una latitud superior, el perímetro que recorre el Sol es bastante inferior, por lo que las horas de luz solar son más cortas y la trayectoria de los rayos más oblicua, y por tanto su potencia calorífica inferior. Y así queda explicada de forma fácil y asequible a todos los lectores el porqué de este Sol de invierno. En cuanto a la lluvia, es constante y monótona. Y es débil y suave. No es molesta, se puede andar con una chaqueta, capucha y botas impermeables, como suele hacer la mayoría de la gente. Yo hago lo mismo, tras perder por segunda consecutiva el paraguas. Me he acostumbrado y no hay problema. Mi piel se ha vuelto insensible, y además me gusta. Tanto llueve que el rio se desbordó la semana pasada. El pub King's Arms se inundó. Pero los ingleses están tan acostumbrados a los desbordamientos y tan poco acostumbrados a no pasar una noche sin una pinta que aún estando el pub inundado, entraban y bebian alegremente con las botas de agua y brindaban por la river Orse. Flema inglesa.

Y tras el 25 vino el 26, que en España no es nada en concreto pero se considera aquí un Boxing Day, que es algo así como un día de margen para descansar de todas la comilonas antes de volver al trabajo. Este día lo pasé con Ben, que me invito a ir a su casa, la de sus padres. Finalmente conocí una clásica familia inglesa de clase media en un entorno auténticamente inglés. La casa era una independiente, no vecinos, dos plantas, jardín y huerto. Nada más llegar pasé al Living Room, o sala de estar, donde ardia la chimenea. Me senté en unos de los elegantes sillones de la sala e inmediatamente me preguntaron que quería de beber. Solicité una copa de vino tinto. Mientras se terminaba de preparar la comida estuvimos charlando de todo un poco. La sensación era de máxima confortabilidad. Todo era perfecto y elegante, sencillo y ordenado. Despues de un rato pasamos al comedor. El comedor estaba decorado con cientos de postales navideñas y otros detalles de la imaginería inglesa de estas fechas. Sobre la mesa había dispuestos cantidad de platos con diferentes viandas: embutidos, patatas, champiñones, bacon y un plato con porciones de queso. En el centro había un aparato de forma circular conectado a un enchufe. Este aparato, del cual no recuerdo el nombre, estaba formado por una plancha en la parte superior que se calentaba, y bajo esta plancha una serie de pequeñas bandejas o paletas triangulares que formaban un circulo. En estas bandejitas poniamos los quesos o lo que quisieramos de lo que teniamos por allí, lo dejabamos fundir durante unos minutos, y después de fundido lo podiamos combinar con cualquiera de las cosas que por allí teníamos. No es un plato típico inglés sino que es de origen alemán. Tras la comida me enseñaron el enorme jardín y huerto y pasamos el resto de la velada charlando, viendo fotos y jugando a un juego de mesa. Los padres de Ben son encantadores y muy simpáticos, así que fue muy agradable este día de más llamado Boxing Day.

Y después de unos días llegamos al día 31. No podía perder la tradición española de las uvas, así que compre medio kilo de uvas para todos los invitados y para mi. Lo pasé en casa de Irene and Juan, con Johnny and Celeste y Gabriel. Jugamos con unos petardos muy curiosos, que se disparan tirando de una cuerdecita y del que a la vez sale despedido una serpentina. Yo era el único español en la sala, entrenado y preparado para el ritual de las uvas. Avisé del peligro que podía suponer imitarme. Gente sin la suficiente preparación podía morir en el intento. Lo celebramos a la hora inglesa con el Big Ben marcando las doce y sin cuartos. Me comí las doce uvas siguiendo la reglamentación, sin pelar y con pepitas. El resto pararon antes de comerselas todas, para evitar fallecer de muerte por asfixia a causa de obstrucción de vias respiratorias causado por desbordamiento de uvas sin masticar, muerte triste donde las haya. Con el resto de uvas, unas 300, las usamos para inventar diferentes juegos, como malabarismos, tirarnolas unos a otros estilo perro y otras variantes muy interesantes a implantar en España. Finalmente, como clowncusion, decir que hay que seguir las tradiciones aunque parezcan ridículas a otros ojos y/o culturas porque... porque sí

El día 1 estaba todo cerrado, por lo que fui con Johnny a hacer la excursión más loca que nunca he hecho. Eran las cuatro de la tarde cuando salimos de la casa, a esa hora ya empezaba a oscurecer. Además llovía, pero aún así lo hicimos. Teniamos un pequeño plano para guiarnos, lo malo que no era impermeable y después de unos minutos había perdido su consistencia sólida y se deshizo en nuestras manos. Tras esto nos metimos por barrizales, estrechos senderos, cruzamos riachuelos y otras hazañas de pequeña escala, y tras dos horas de andar finalmente completamos el circulo y llegamos a casa. Eso sí empapados y con los pies chorreando y bastante sucios. Pero fue divertido. Entonces valoré el placer de sentir el calor del hogar y quitarme los calcetines sucios. Conocimos a un pequeño cisne solitario en el trayecto, muy simpático pero hambriento, gracias a la naturaleza estos seres no tienen dientes, sino ahora no podría teclear.

Y después de estas especiales festividades vividas, el día tres de enero, tuve un bonito regalo de navidad. Por fin, tras mucho esperar, una mañana, al abrir los ojos y mirar a través de la ventana, todo resplandecia en blanco luminoso. Se trataba de nieve. Miles de copitos caian, se deslizaban, despacio y suave. La nieve cubría los árboles, los tejados, se habían formado capas de nieve de unos centímetros por todos lados. Enseguida me levanté, me vestí adecuadamente para la ocasión y salí a la calle para disfrutar del espectaculo. Estuve disfrutando con la nieve, haciendo enormes bolas y tirándolas. Los ingleses hacian bolas enormes, se notaban que tenían más experiencia. Yo no llevaba guantes por lo que no podia estar mucho tiempo con la nieve en las manos, pero fue fantástico. La nieve duró un día. Al día siguiente todo volvió a la normalidad, lluvia y nubes.

Vídeo del momento nieve:

http://es.youtube.com/watch?v=UQYOKm6PcOw

Hice otra excursión hacia Leeds, una gran ciudad que está junto a York. Un gran shopping center. No hay mucho más que ver además de enormes centros comerciales. La arquitectura de algunos de ellos era curiosa, los llamaban arcades, estructuras metalicas cubiertas por acristalamientos. Lo que más me gustó fueron los espectáculos callejeros. Por un lado un señor que cantaba canciones acompañado por un perro que a veces tambien cantaba y por otro unos predicadores que con micrófono en mano exhaltaban la bondad de cristo.


El increible Hombre orquesta:


Y hablando de religión, uno de los domingos acompañé a Celeste a una misa que se celebra en una iglesia en York, pero especial para ciudadanos chinos. Es un paso más en mi ascensión para convertirme en monje shaolin. Era una misa bilingüe, primero se hablaba en inglés y luego se traducía al chino o viceversa. Luego cantabamos, leyendo de un libreto, que estaba escrito en tres idiomas, en inglés, en chino, y luego en fonética china con grafía europea, para que los que no teniamos idea pudieramos cantar algo: xiu je ta, ca mi hji, etc… Esta iglesia tiene una célula, o cell. Seguramente lo de célula islamista tiene ese origen. Se trata de un grupo de gente que se reune en la casa de alguién para discutir de algo, y se llamaba célula porque hace paralelismo con las células reales, algo vivo y autónomo pero que forma parte de algo más grande. En este caso, se trataba de una célula chino cristiana, que se reune un día y para leer un capitulo de la Biblia y posteriores discusiones y lecciones de vida.

La compañera housemate se ha mudado a otra casa, por lo tanto estamos a la espera de un nuevo inquilino. Mientras tanto he tomado algunas medidas de seguridad que no había tomado hasta ahora pero que creo convenientes, pues he tenido noticias de robos en algunas casas de los alrededores. La zona donde vivo está al lado de una universidad y por tanto está llena de casas alquiladas a estudiantes. Los cacos normalmente entran porque saben que los universitarios están en clase y que disponen de portátiles y pocos sistemas de seguridad. No es el caso de mi casa pues no somos estudiantes donde vivo, pero por si acaso compre un candando para bloquear mi puerta y otro sistema de anclaje para atar mi computadora a la pata de la mesa. Otro pequeño problema doméstico sucedió debido al tema de la recarga de gas. Hay que ir checkeando el contador para ver cuantos pounds quedan. Cuando llega a cero tiene un margen de tolerancia. Y despues de este margen a pasar frio. Pues esto fue lo que pasó hace unos dias, por una confusión nos quedamos run out de gas, sin gas. Era medianoche y el lugar donde se recarga estaba cerrado. Asi que esa noche nos quedamos sin calefacción y sin cena caliente. Afortunadamente no pilló a nadie en la ducha. La noche fue fria pero no hubo más consecuencia que algún resfriado.

Y esto es todo lo que me ha dado tiempo a escribir y acordarme.
Nos vemos en el pub,

dQ

jueves, 27 de diciembre de 2007

Cap. XII: Hola Mundo, Hello World

Hola a todos. Aquí de nuevo para describir los últimos acontecimientos acontecidos en el reino unido y desearles todos Feliz Navidad and Merry Christmas!!!

Hice una visita relámpago a España para arreglar unos asuntillos y traerme embutidos y aceite de oliva de contrabando. En compesación, llevé a España un kettle, regalo para mi hermano pequeño, que considero indispensable para los amantes del té, como yo soy, y que comparto con mi hermano, pues él también estuvo viviendo la experiencia extranjera, detallada en el blog vinculado como mi precuela. Una sensación rara que tuve los dias que pasé en Spain, fue la de ver una película doblada. Antes de irme fuera no me parecía mal. Pero después de meses viendo películas en versión original, ver a un actor doblado me recordaba a Joseluis Moreno haciendo hablar a Rockefeller. El motivo de volverme a York antes de Navidades es, primero para no perder el ligero nivel de inglés que he ganado y segundo para pasar una experiencia navideña diferente, con otra gente y otra forma de vivirla.

Nada más llegar me esperaba un fin de semana intenso. Miguel y Mónica, un par de españoles bilbainos nos dejaban y se volvian a sus tierras, así que acudí a las tres fiestas de despedida consecutivas que hizo. En la primera nos despedimos los compañeros de clase de inglés, en la segunda ya en su casa nos despedimos los amigos en general, y en la tercera nos despedimos todos los españoles. Yo como pertenecía a los tres grupos fui a las tres.

En la primera despedida fuimos a un restaurante “mexicano”, aunque allí no había nadie del país al que hacía referencia el restaurante. El cocinero se notaba que era inglés porque el guacamole daba pena, y a mi no me la pegan que he estado en México y he llorado y moqueado con la sopa de chili. Pero para ahorrar costes ponían un mínimo de aguacate y lo sustituían por patata y cebolla. Deprimente. Yo estaba muy cansado del viaje y el jet lag, pues fue ese día el que volví, me limite a sentarme y descansar y no probé bocado. Después fuimos al pub a tomarnos las pintas correspondientes. Y acabamos en Nexus, el local frecuentado por nuestros amigos del ejercito iraquí. La fiesta que se celebro en su casa fue altamente intercultural. Gente de todas partes del planeta se juntaron. Cada uno cocinó y llevó algo. Mi aporte fue la tortilla de patatas y el allioli. Gran éxito de la tortilla entre el público chino, que me preguntaron como se hacía, aún no así los españoles, bastante más críticos. El allioli si causó furor entre éstos, lo que provocó que se dieran unas mezclas bastantes curiosas de platos de recónditas partes del mundo mezclados con allioli. La fiesta se amenizó con música española e intentamos enseñar al resto de gente como bailar reggaetton.

Después de este intenso fin de semana de fiestas el lunes me dediqué a descansar y a enviar unos emailes pendientes y limpiar el facebook de invitaciones y otras cosas bizarras de las que se va llenando. Pagar dos semanadas atrasadas del alquiler y hacerme con unas provisiones básicas.
El martes fui a ver como andaban las cosas entre mis protegidos Johnny y Celeste, la pareja que ayudé o condené en su día a contraer matrimonio. Y las cosas no podían ir peor. Nada más llegar Johnny me explicó que acababan de tener una gran pelea. Cosa que no es rara si tenemos en cuenta que viven en una habitación de 5 metros cuadrados. Pero lo peor era que en la ofuscación de la pelea él había tirado los anillos de boda por encima del tejado del vecino y los habían perdido. Y eso no había ayudado en nada a mejorar la situación. Así que allí estuve con ellos, tratando de pacificar. Era como una película de espías de serie B. Uno decía que el otro y el otro que el uno. Y yo no se bien que creer. Según me explica Celeste, Johnny es totalmente diferente cuando está a solas con ella que cuando están delante de gente. Delante de gente él es mimoso, acaramelado y atento. Y cuando no hay nadie es un incontralado que se deja llevar por la rabia. Si es verdad todo eso, realmente es muy buen actor. Pero yo no tengo ninguna pista para decantarme por un lado o el otro, por lo que es una situación complicada para mi que estoy entre las dos partes. Total, que siguiendo con la acción, después de cenar me fui, pero intuía que la cosa no iba a ir muy bien en los siguientes días. Y no pasaron días sino horas. A la una de la noche, mientras yo estaba viendo un DVD, escuché como alguien me llamaba con un inconfundible acento chino cantonés. Era mi housemate Jack: "Dánie, Dánie". Cuando bajé, me encontré en la puerta a Johnny con la mochila y un labio hinchado. Por lo visto la cosa había ido a peor. Se había continuando calentando el asunto nada más marcharme yo, y finalmente él le tiro una jarra de agua fría y ella para compesar le tiró un reloj de cantos romos a la cara. Ella llamó a la policía y a él le obligaron a pasar la noche fuera. Y entonces a mi casa vino. Yo no tengo espacio en mi cama, así que le acomodé en el suelo y así durmió hasta el día siguiente que bien temprano se marchó. Ese jour estuve liado con cosas y al llegar a casa por la noche encontré una carta suya agradeciéndome el socorro y contándome que Celeste se había arrepentido de su comportamiento y que habían hecho las paces. Y aqui dejo el culebrón de como está el tema hasta ahora pero ya seguiré más adelante.

Desde que vine no he visto el sol lucir. Una gruesa manta de nubes cubre en su totalidad el cielo y no hay hueco ni opción para que el sol asome los cuernos. Para evitar el congelamiento al salir a la calle a temperaturas que estarán a los cero grados aplicome sobre mi la técnica de la cebolla al vestirme. Capas y capas de ropa que me cubren y me mantienen vivo. Aún no he llegado al extremo de los dos pares de calcetines y los pantalones del pijama, pero no dudaré en hacerlo si la cosa empeora. Aún haciendo frio, esta superdotada raza inglesa es capaz de resistir estas temperaturas con total alegría, y no es raro ver gente paseando en manga corta o con falditas minusculas.

El miércoles tocó Spanish meetup. Allí me dirigí con otro grupo de españoles que recluté de la escuela. Donald, el organizador está contento conmigo, pues siempre les llevo gente con los que pueden experimentar los ingleses en práctica de nuestra lengua. Todos son muy majos y les intentamos inculcar la cultura española en todos sus aspectos. Donald trajo ese día material específico de las navidades. Un listado con términos navideños en inglés y español y unos craquers. Estos son típicos de la navidad inglesa. Son unos cilindros envueltos en papel de regalo con forma de lazo. Una persona tira de un extremo y la otra del extremo contrario. El lazo de papel se rompe, y aparece el cilindro de cartón y dentro un pequeño regalo, una corona de papel dorado y un chiste o broma basado en un pun o juego de palabras. Es un poco chorra, pero divertido. El jueves me visitó Pili en la hora lunch, y me trajó un fast food típico de la zona. El jacket potato, esto es, una enorme patata cocinada al horno, a la que abren e introducen algún sabroso relleno, en este caso atún con mayonesa, maiz y queso fundido. Tras la siempre agradable visita me tocó a mí hacer una visita a una pareja de españoles que estrenaban nueva casa. Fui con Gabriel, un canariovenezolano de la escuela. En el camino hacia la casa de Marta y Luis nos paramos a deleitarnos con una casa con adornos kitsch navideños. La visita estuvo complementada con una gigante y excelente tortilla de patatas, mejillones en escabeche y embutido de primera calidad, lomo, jamón y chorizo. Se añadió a la fiesta el housemate de ellos, un inglés muy simpático, que además es chef y que alucinó con la sabrosura de nuestra gastronomía.

En mi proceso de mejora del inglés y después de hacer las 150 unidades del libro de gramática me he pasado a los ejercicios de pronunciación, complicada donde las haya, puesto que las normas fallan más que una escopeta de feria, por lo que hay que echar mano de la memoría sónica. He empezado mi segunda parte haciendo el ship or sheep. Es un libro que repasa todos y cada uno de los fonemas de la lengua inglesa, e incluye ejercicios de pronunciación y escucha. El problema es que las paredes de la casa son de cartón piedra, y mis housemates pueden pensar que estoy tarado cuando me escuchen repetir treinta veces una palabra o hablar solo.

El viernes tenía hora con Oxfam. Fue un día de locos. Pero incluso me lo paso mejor días así, cuando estoy muy ocupado. No había pausa. Uno tras otro iban llegando clientes comprando y comprando. Ahora estoy más suelto, y suelo entender todo lo que me preguntan, contesto adecuadamente e incluso indico y me entienden. Cuando me disparan una frase puedo descomponerla en palabras, y a las palabras darles un sentido, cosa que antes no podía, ya que todo era una amalgama de ruidos sin sentido. Y además ahora puedo escuchar las canciones en inglés con nuevos oidos, ya que antes no entendía nada de ellas y solo eran música. Ahora tienen un sentido. Ese día me pasó de todo. Atendi a un inglés que me empezó a hablar en un español perfecto con acento catalán y me contó que había estado viviendo en Barcelona, en la calle catalunya durante diez años. Un grupo de malasios casi me cuelan una moneda de la republica de malaysia creyendo que era una moneda de diez peniques. Pero detecté el fraude y amablemente se disculparon por la confusión. Después del curro fui a visitar a la familia chilena y despedirme de Maurizio, el amigo italiano. Me quedé un rato, y quedamos en preparar la cena de navidad. Pero la duda era qué día, pues en Inglaterra se celebra el día 25, ya sea comida o cena de pavo muerto, y en España y resto de Latinoamérica se celebra el 24 por la noche, así que siendo fieles a nuestras tradiciones nos mantuvimos en el 24. Tras el día 25 viene el 26, llamado boxing day. Día de descanso, es otro día de fiesta para darse descanso y comer unas sopitas.

Y hablando de Navidad, como se celebra por aquí? No es tan vistoso como en España. La expresión de la Navidad es más contenida. Arbolitos decorados, algunas luces por aquí y por allá, pero poco más. Dentro de las casas de las familias de clase media es diferente. Si que puedes ver a traves de esos grandes ventanucos que muestran sus salones, árboles decorados y en las puertas alguna corona de acebo. Una excepción es la casa de la foto de arriba, que seguro que se puede ver desde la luna, debido a la cantidad de luz que desprende. Algunos ingleses se ponen estrambóticos gorros navideños. A los niños se les regala el día de Navidad, pero no necesariamente se justifica con Santa Claus, sino que es un día de regalos en general, y porque hay que decir que es el Santa Claus de la kk-cola, si son los padres los que pagan!!! No existe la tradición de los tres reyes magos. Existen como personajes de la Biblia, pero ni hay carrozas, ni procesiones, ni nadie tira caramelos. Prácticamente no hay pesebres, más que en las iglesias, y se limita al nacimiento, sin pastores, palmeras o caganers. Así que la Navidad no es algo que inunde las calles, sino un sentimiento más interior y religioso. Todas las iglesias tienen cantidad de servicios a todas horas. Unos para cantar villancicos, otros especiales para niños, etc… El Cristhmas eve, es decir la vispera de la Navidad hay muchos servicios, y uno especial a medianoche, llamado midnigh mass, que sería la misa del gallo española.

Y que pasó en los dias de Navidad? El dia 24 pasé la Nochebuena en casa de Juan e Irene, Benja y Cata. Ellos son chilenos, grandes personas, mi segunda familia. Juan está especializado en ciencias politicas y ha llegado a York para hacer el doctorado, desarrollando un proyecto sobre la comunidad indigena de Chile, los Mapuche, pues la Universidad de York es una de las más importantes en ciencias politicas y comunidades indigenas. Vinieron Celeste y Johnny y Ben. Una comilona con pavo, pato, strogonov, ensaladas, pastel... bueno, una gran fiesta. Tuvimos crackers y petardos también. Y despues fuimos a la misa de la medianoche en el Minster, la gran catedral de York. Estaba a tutiplen. A todos daban un libreto, para saber cuando teniamos que ponernos en pie, arrodillarnos o cantar. Yes, cantamos villancicos, las 5000 personas que estábamos. Eran villancicos de hace 500 años, con un inglés algo caduco. Al dia siguiente estuve cocinando dumplins con Celeste, son una especie de empanadillas chinas con un especial relleno. Y el boxing day alcancé el objetivo de visitar una familia inglesa de verdad, pues la pasé con la familia de Ben, que amablemente me acogieron. Ben es un muy buen amigo del Spanish meetup con el que hago intercambio. Como resultado creo que no me puedo quejar, pasé una excelente Navidad inglesa.

Si no me creeis que cantamos villancicos en la iglesia, clicka en el vinculo para ver un video youtube y convéncente. Fue en una misa especial dedicada a los niños. Se trata de un villancico muy bonito del que no se el título pero que es muy popular aquí:


http://www.youtube.com/watch?v=yRotwTi_gxg

Y me despido con sentimiento navideño hacia mis lectores. Os deseo lo mejor para estas fiestas, aprovechad que teneis turrón, jamón, lotería de navidad, familia, cordero, pescado fresco, buena temperatura, caravanas de reyes, luces, calor y uvas de la suerte.

Con amor cristiano se despide,

Danquijote