miércoles, 31 de octubre de 2007

Cap. X: Cocina de supervivencia

Aquí empieza un viaje hacia los más oscuro de la cultura británica. Hacia un mundo en el que pones tu vida en peligro. Una experiencia que marca un antes y un despues. Preparad las bolsas para las vomiteras y apretaos el cinturón, porque aquí empieza un viaje terrorífico hacia el desacreditado y grasiento mundo de la gastronomía británica.

Una breve introducción: Entre las diferentes formas de conocer a una cultura está la de investigar en su gastronomía. Y toda gastronomia se basa en un entorno, en una historía, en resumen, en una filosofia de vida. En Great Britain, las cadenas alimentarias decidieron que la mentalidad de los consumidores se podria resumir en "Por que perder tiempo cocinando si puedo estar en el sofa viendo la tele?" y de esta necesidad nacieron los supermercados con secciones enormes de precongelados, enlatados, precocinados, salsas envasadas y cocina ultrarrápida.

Una vez aclarado esto, con el estomago vacio y sensible comienzo a pasear por las calles con los indices más altos de colesterol del planeta. Mi primera visita es al mercado. Mientras un mercado mediterráneo es una amalgama de ruidos, olores y señoras llevando carritos y empujandote sin compasión, aquí el mercado es más acorde a la parsimonia británica. Lamentablemente es chiquito, chiquito, porque está desapereciendo. En York solo hay uno con tres puestos de fruteria, una pescaderia y una carniceria. Y en cambio hay cantidad de enormes supermercados abiertos todos los días y algunos incluso 24 horas. Asi que dejamos el mercadito y nos vamos a un super, por ejemplo Mark&Spencer.

Es hipnótico, es tentador, es perfecto... Pasillos y pasillos de comida precocinada servida en envases de llamativos colores dispuestos en ordenadas filas. Es dificil no caer en la tentación de la cocina de microondas. Pero resistiendome al canto de sirena intento sobreponerme. Y despierto de ese estado cuando veo un carro lleno maravillas precocinadas que lleva una señor que ha rebasado con claridad el delicado límite entre sobrepeso y obesidad.

Hay que destacar una rara contradicción que se da en estos lugares: Entre la gran cantidad de productos precocinados, con sus correspondientes conservantes, colorantes y otros, conviven otros llamados “orgánicos”, es decir de cultivo libre de pesticidas y teóricamente sin nada extra químico. Esta rara paradoja se da desde el problema de las vacas locas y el paroxismo de los ingleses por saber exactamente qué esta comiendo y de donde viene. Además de esta clase específica de productos, hay otras muchas, dependiendo de las preferencias y necesidades del cliente: vegetarianos, personas alérgicas a los frutos secos, intolerantes al gluten, a la proteina de la leche, etc…

Salgo del super y sigo mi paseo por las calles de la ciudad. Encuentro gran cantidad de panadería-pastelerías, llamadas bakers. Al adentrar percibo que el color predominante en la mayoría de los productos es el marrón. Pregunto a la señora bakera y me comenta que todo eso se llama pasty, y es una especie de pasta de hojaldre, hecha de harina y agua, que sirve de envoltorio a los mas truculentos ingredientes. Hecho un vistazo y entre los apetecibles rellenos están el de carne de cerdo, el de salchica, el de pollo tandoori y el de queso con bacon. Más allá veo una selección de galletas que haría las delicias de triki: galletas de jengibre, galletas digestivas, galletas para el te, galletas danesas, con trozos de chocolates, con sabor a yogur de fresas…La señora me mira para que me decida. Entonces aprovecho que entra un nuevo cliente para desaparecer delicadamente.

Sigo con mi paseo. Entonces mi olfato detecta el rastro de algo así como aceite reusado o mantequilla derretida. Sigo mi nariz y llego a un establecimiento llamado fish & ships. Sale un cliente, y veo que extrae de un envase de poliespan algo así como unos trozos informes de algo rebozado (se debe tratar del fish) y unas patatas con aspecto marchito. Se sirve de los dedos para alimentarse y los chupa de forma obscena (esto se debe porque en ningún sitio hay servilleteros, el por qué no lo se). Al seguir adelante encuentro otros tentadores templos del colesterol, llamados take aways. Sus seguidores ingieren gran variedad de sana comida: porciones de pizza, hot dogs, shawarmas, nuggets, noodles o crepes de nocilla.

La hora punta de estos establecimientos, y el motivo de que haya tanta abundancia y variedad, es el momento del lunch del mediodía. Entiendase que los horarios de comida no son como en España, sino que se adelantan tres horas. El horario del oficinista tipo es el siguiente: empezar a trabajar a las 9, parar a las 13 para "comer" (lease take away) y seguir hasta las 17. Tal vez tomarse unas pintas afterwork y llegar a casa para cenar a las 19, ver la tele y a dormir. O bien si el día siguiente es festivo salir y volver borracho a la 1 o 2 am.

Para adaptarme a este horario inventé lo que llamo dieta inglesa mediterránea. Te con galletas por la mañana, sándwich inglés al mediodía y cena española por la noche. Así que el desayuno español a pasado a ser comida inglesa y la comida a pasado a ser cena, y la cena a pasado a ser desayuno. Mi top best del Mundo Sandwich está en el sándwich de atún, en el de huevo y en el de bacon. Todos ellos bien untados de mayonesa, elemento aglutinador de cualquier cosa.

Y ahora dirijamonos a la casa de un inglés para que intente demostrarnos que la cocina inglesa nos es tan desastrosa como pensamos. Tal vez no tenga suerte y me cocine unos spaghetti boloñesa seleccionado de su colección de latas. Pero fui afortunado y llegué a casa de Johnny, una rara avis que tuvo la delicadeza de prepararme y enseñarme algunos de los platos tradicionales que a continuación voy a mostraros.

And now, here you are the recipe to cook Yorkshire pudding + roast beef. Pay attention, please! First I want to explain you the story about this tasting dish. This is a very popular dish in England and its origin is from Yorkshire area. I guess it was discovered in the same way than Tortilla de patatas or pà amb tomàquet, by a fool genius chef. Long time ago, when meat was really expensive, the roast beef was a special dish for special days, like Sundays, Christmas or others. All family should eat it and feel themselves full, for this reason Mom cooked the pudding, that worked as a fill-stomach dish. And now the recipe: to cook the roast-beef firstly we need a round piece of beef meat soaked in oil, with potatoes, carrots, onions. Then we put all together inside an oven at high temperature until it is made. The Pudding's ingredients are eggs, self-raising flavour and milk with water. Mix all and put the mixture into an oven until it grown. Y unas ramitas de peregil.

Y de postre pancakes, que en Spain llamaríamos crepes, en un equilibrio delicado, mágico e inestable entre harina, huevos y leche, ya que el exceso de cualquiera de estos ingredientes puede convertirlos en pan, tortilla o papilla de harina. Y es la infinita posibilidad de llenarlos de cualquier cosa como nutella, limón con azucar o queso con pepinillos lo que los hace increibles.

Y por último a este rápido resumen, destacar un par de highlights de la gastronomía inglesa. El sabor “vinagre” omnipresente en todos lados. Cualquier cosa que encuentres puede ir acompañado de vinagre, en una equivalencia al ajo español. Muy normal combinarlos con patatas fritas o en muchas de las salsas inglesas. Por otro lado el mustard es la mostaza inglesa, amarilla y de efectos parecidos al vips vaporum, te realiza una limpieza de los conductos nasales en segundos. Una curiosidad de seguridad es que en muchas cocinas hay detectores de incendios, extintores y mantas térmicas. Y por último, el origen del termino SPAM, que procede de un producto inglés. Los informáticos lo conocen como correo basura, pero originalmente la palabra SPAM proviene de una marca de una cosa que se vende enlatada y que se parece al chopped, aunque se trata de una especie de mezcla de desechos animales amalgamados para darle forma y gusto de carne.
Una vez dado este breve paseo alrededor de la gastronomía inglesa, y puesto que mi vida dependía de ello, me tuve que dedicar a buscar en el mercado negro todo aquello que me sirviese para hacer un puente gastrónomico entre GB y SP.

El retorno gastronómico a mi patria se inicia a través de unos de los primeros y básicos platos, la tortilla de patatas, aquí rebautizada como spanish omelette. Este ha sido mi plato de presentación en todas las fiestas que he asistido, y bandera enarbolada de la Spanish high cuisine. Es simple y perfecto, redonda y sabroso. Hasta el momento he fabricado unas 12 tortillas. Algunas fueron auténticos engedros del diablo, y quedaron para consumo privado, y otros fueron autenticas maravillas culinarias dignas de conservar en el museo tortillero. Me he convertido en asesor tortillero de ingleses interesados en su cocción. Y les explico que hay un par de puntos críticos. Primero la proporción patata-huevo-cebolla. Proporción inexacta que está en la mano y el ojo del cocinero, pues depende tanto del tamaño y numero de patatas idem del huevo. Pero habría que considerar que el huevo batido ha de ejercer de elemento unificador de las patatas, así que éste debería ser suficiente para ejercer dicha función. Otro punto crítico es la sarten. Importante es que sea lo más antiadherente posible, para evitar la pegada del huevo. Aún cocinando a fuego lento, se da el caso y no se le puede dar la vuelta hasta que está hecha por un lado, así que si la sartén es pegadiza adios. Y por último el mágico, tenso y a veces trágico momento de la vuelta.
I ara fem un salt per anar encara més endins, i trobar-nos a la rica terra catalana, d’on he tret alguns dels seus plats principals per oferir-los al món. No he trobat fabes per fer fabes a la catalana, la vedella està pels nuvols com per arriscar-me a fer fricandó. Tampoc m´he arriscat a tastar les baboses per saber si s’apropen al sabor dels cargols mediterranis per fer-los a la llauna i no crec que la calçotada sigui massa polite per les costums ingleses. Llavors les meves opcions d’apropar la cultura gastrónomica catalana al públic angles estaven limitades. Així que vaig optar per fer de la senzillesa bandera catalana i vaig decidir d’agafar uns tomaquets i oli d'oliva i fer l’increible pà amb tomàquet (aquí de vegades traduit com "pan tomaca") i les patates amb allioli.

Y bueno, muchas más oportunidades más de probar sabrosos platos de otras culturas. Como la invitación del amigo malasio Balan Subramaniam a su sabrosa cena india, de dificil traducción del hindú, pero que podriamos describir como tortas de harina, pollo en salsa, lentejas hervidas, gambas picantes y arroz. Todo aderezados con excelentes y picantes salsas. O el sabroso plato e internacional Goulash, muy conocido en toda la zona del este de Europa y que sería en equivalencia para hacerse una idea a un estofado de patatas.

Y acabo esta vuelta gastronómica en mi casa de acogida inglesa, donde en las largas tardes de invierno, el olor y sabor de una tortilla de patatas, unas lentejas o un cocido de garbanzos, crean un espacio de calor y amor en mi nostálgica tripa.