jueves, 6 de septiembre de 2007

Cap. VI: Dos pasos adelante, uno atras

En la búsqueda que me ha llevado hasta York, el estudio de la cultura inglesa, el domingo pasado me adosé a un grupo que encontré a través de la web. Este grupo hacía un meeting que consistía en la visita a un evento que organizaban en el hipódromo de York. El evento en concreto se llamaba “Goddess Show”, el tema principal eran las diosas femeninas. Y yo adoro a las diosas y a las mortales. Al llegar al punto de encuentro me reconococieron rápidamente. Yo había enviado una foto en la que pensaba que era irreconocible, pero por lo visto chicos morenos, altos y bien dotados hay pocos así que dedujeron que era yo. El grupo está definido en meetup como Wicca, esto es una religión neopagana con base en el paganismo europeo precristiano. Quien quiera saber más que busque en Wikipedia, se identifican con el pentáculo. A mi tampoco me explicaron gran cosa, porque el encuentro era más que nada para visitar la feria. Pero fueron muy amables y muy agradables conmigo. Incluso me pagaron la entrada. En la feria había unos cuantos stands de reflexoterapía, fotografía del aura, tarot, reiki, aceite de coco, velas y ungüentos varios y el inevitable stand de card craft, el arte de las postales, que es toda una tradición en el pais. A la cabeza de este encuentro estaba Alex Chaloner, una mujer magnética, poderosa y muy atractiva. Esta mujer daba conferencias orientadas a la mujer y la divinidad, en las que se hablaba de la esencia femenina. Al final hicieron una ceremonia de adoración a las diosas, en las que se adoraban diosas de diferentes culturas, desde la Gran Madre Diosa de Catal Huyuk, Anotolian, hasta sus sucesoras Artemisa, Afrodita, Cibeles, Isis, Hekate, etc... Los del grupo wicca se fueron yendo y yo me quedé el último para esta ceremonia final, por si necesitaban un hombre para ser adorado o abusado, pero no fue así desgraciadamente. La experiencia fue interesante, y con el grupo Wicca he quedado para otro día que me explicaran con más detalle en que consiste su filosofía.

Ya he empezado las clases de inglés. Realmente está gente tiene un negocio con el bloody inglés. Y como yo me niego a pagar porque la mayoría de academias son carísimas y un timo, pues me he apuntado a clases de gratis. Son profesores en prácticas, pero no lo hacen mal. Son parecidas a las que yo hacía en International House, que tan buenos recuerdos me trae. Estos chicos y chicas y señoras en training se quieren sacar el título CELTA, que les permite dar clase en cualquier parte del mundo. La mitad de los ingleses tienen este título. Es un pasaporte para poder vivir en cualquier parte del mundo dando clases. Así que en este curso como alumno aprendes un poquito, yo estoy clasificado como en el nivel high que sería el intermedio en IH de España. No se sigue ningún orden ni criterio gramatical, pero al menos se conoce gente y se practica el idioma. En la clase la formamos gente de Polonia, Alemania, Francia, Eslovaquia, China, Chile y España. Yo voy a dejar el pabellón bien alto, no lo duden. Ya he establecido contacto con algunos estudiantes, para hacer prácticas de inglés y pasarnos recursos y aprender para escupir mi inglés a 500 palabras por minuto.

Afortunadamente, mis plegarias a la diosa luna y ET tuvieron efecto y conseguí una bicicleta. No tiene pedales y hay que ajustar unas cuantas cosas, pero ha sido de gratis. Primero fui a buscar una a una entidad caritativa que recogen las bicis de la calle, las arreglan y las vuelven a vender. Las venden de segunda mano a un precio razonable, pero yo solo la quiero para destrozarla, para tres o cuatro o cinco meses, así que lo único que quería, como le dije a la señora, era algo con dos ruedas. La señora me explicó que hacia un año que funcionaban. Me enseño unas cuantas bicis que tenían en exposición y luego puesto que no me convencía por el precio, porque yo buscaba algo hiperbarato, dos ruedas y manillar, me llevó a la parte de atrás, con las bicis en estado de recuperación, pero nada. Así que confié en mi suerte, y mira por donde en uno de mis paseos con los ojos siempre bien abiertos, me encontré un container, y allí dentro estaba mi bici. En Inglaterra estoy descubriendo mi espíritu Diógenes de búsqueda en los contenedores. Me acerqué y parecía que estaba hecha polvo, mientras la miraba un hombre se me acercó en silla de ruedas motorizada, sin camiseta y lleno de tatuajes. No se que me dijo porque no entendía nada, pero miró la bici y dijo algo como que me la llevara que estaba bien. Era un dialogo de besugos total, frustrante. Ahora ya tengo bici, solo le tengo que poner pedales y arreglar la dirección. Tampoco es que me haga muchísima falta, porque vivo cerca del centro, pero así me puedo dar paseos arriba y abajo, y llegar a los límites de la ciudad tranquilamente, hasta donde empieza la jungla.

El invento de la semana es algo increíble. Me sorprende que no tengamos estas ideas en España con lo listos que somos. El tema va de lo siguiente. En la cocina de la casa hay junto a los mandos para dar gas a los fogones un interruptor. Cuando les das que pasa? Milagro, se enciende el fuego, este interruptor sirve para dar chispa, es un chispero. Es decir, no hace falta ni encendedor, ni mechero, ni cerillas ni quemarte los dedos. Un chispero incorporado. Es una genialidad. Por qué no existe eso en España? Es un caso a investigar. Otro trasto de cocina muy útil es el kettle. El kettle es un hervidor de agua, una jarra de plástico con una superresistencia. La enchufas a la red y en cinco minutos tienes el agua hirviendo, mucho más rápido que usar el gas. Te preparas un te, o te hierves el agua para la comida de sobre. Rápido y mortal. Otra cosa totalmente diferente es un sistema de seguridad que han incorporado en los lavabos públicos de un centro comercial. Han puesto luz negra para evitar que los toxicómanos se encuentren la vena. Tiene un efecto secundario. Si permaneces más de cinco minutos con esa luz al salir del lavabo te quedas ciego momentáneamente con peligro de agradable porrazo en los morros.

Esta semana no he podido ir a estudiar a la biblioteca porque están de obras. Es la biblioteca central, la más glande, con dos plantas. La planta baja es la lending library, la de préstamo, donde se encuentra de todo para leer, cooking, art craft, bestsellers, fiction killer thriller, real killer thriller, audiobooks, comics, dvd, cds, muy buena. En la planta de arriba, la reference library, es para consulta, con diccionarios, atlas, traductores, enciclopedias, periódicos, etc… Espero que durante este parón arreglen el tema del olor a pis que había en el lavabo de gentlemen, realmente una concentración de ácido úrico en el ambiente cercana al límite de supervivencia humana. Hay otras quince bibliotecas distribuidas por toda York, pero tardo cuarenta minutos en llegar a la más cercana y además tienen la página de blogger capada por violación de los derechos humanos. Puesto que las ciudad se extienden en horizontal cual mancha de aceite en lugar de en vertical cual flor, la superficie cuadrada es enorme y de una punta a otra de la ciudad hay quilómetros y quilómetros. Se deduce que en una ciudad de tamaño medio con quince bibliotecas, la gente lee mucho. Y así es, la gente lee mucho. Pero no es tan positivo como podría parecer a simple vista. Hay bastante gente que va a la biblioteca y se ve que están afectados por ese exceso de información. Yo lo llamo el síndrome de CortoCircuito, en referencia a esa gran joya del cine de los 80, cuando Johny 5 se ponía a leer como un loco y le salía humo de las orejas metálicas. Pues aquí pasa algo parecido, hay gente que habla sola, otros leen periódicos y periódicos de forma compulsiva, otros se ponen orejeras insonorizados de obrero percutor, etc...

Respecto a esto quería hacer un comentario y explicar la moraleja de la semana para los niños y niñas que leen los cuentos de DanQuijote. Es bueno leer, es bueno estudiar, pero no se pasen, todo tiene un límite. Tanta información no es buena. La sociedad de hoy en día está creando gran cantidad de freakies, de personas enclaustradas en mundos virtuales, simbiosis entre un ser humano y una pantalla, protegidos del exterior, del resto de gente, con sus onanísticos placeres. Está bien hasta cierto punto disfrutar de todo esto, pero no olvidemos que no es más que una imitación de la vida. La vida real está fuera. En este país se ve claramente esta tendencia, cada vez todo más masticado, más manipulado, más prefabricado, se falsifican sensaciones, sabores, vivencias… en España aún no estamos a ese nivel, tal vez solo venga derivado de un clima no muy favorecedor.

Seamos menos virtuales y más reales,

He dicho!